Hollis-Jefferson jugó los primeros cuatro partidos mientras ayunaba

por Emmanuel Márquez / Easy Endurance

Pocas personas lo sabían. Otros ni tenían idea. Pero Rondae Hollis-Jefferson jugará hoy (jueves) su cuarto partido consecutivo dentro de sus 30 días de ayuno como parte del Ramadán. 

Así llegó el jugador de 29 años al Coliseo Mario Quijote Morales, de Guaynabo, con dos emparedados de jamón y mantequilla de maní en las manos. La boca un poco reseca y el paso cabizbajo de siempre. No es hasta las 7:30 pm que podrá comenzar a comer y beber agua, esto es apenas 30 minutos antes de comenzar el partido frente a los Indios de Mayagüez.

La gesta pasa desapercibida. Aquí no ha pasado nada distinto. Los que estaban allí vieron al mismo Hollis-Jefferson de siempre. Letal, elegante, imparable, siempre dejando una estela de misticismo a su paso por el parecido -en su juego y su físico- al fenecido Kobe Bryant. Veinti Dos puntos, seis rebotes y cuatro asistencias en 32 minutos, todos con el tanque a medias. Ganó Guaynabo.

El Ramadán es una tradición de la religión musulmana en donde sus practicantes completan un periodo de 29-30 días durante los cuales pasan 12 a 17 horas sin comer ni beber nada. Tampoco fuman o tienen relaciones sexuales durante este tiempo. Los musulmanes creen que este sacrificio, realizado durante el mes donde, según sus principios, se revelaron los primeros versos de su libro sagrado, el Corán, al profeta Muhammad. Bajo sus principios, completar el ayuno les ayudará a mejorar su espiritualidad y contacto con Dios. 

Hollis-Jefferson, quien se encontraba en Filipinas cuando comenzó con los ayunos este año, pasó desde el 9 de marzo hasta el 11 de abril sin comer o beber nada por unas 13 horas cada día.

“Después de muchos años haciéndolo se convierte en algo mental”, explicó el refuerzo de los Mets a Frecuencia eMMa.  “Donde estaba antes [Filipinas]los juegos eran a las 6 de la tarde y era muy difícil porque no podía beber agua ni comer nada hasta las 7:30 o 7:40. Es duro, pero al final se convirtio en algo mental por todo el trabajo que he hecho, teniendo esa voluntad y el deseo de ayudar a tu equipo. La comida era lo de menos comparado con querer ayudar a mis compañeros a tener éxito y ganar”.

Los Mets disputaron cuatro partidos mientras Hollis-Jefferson ayunaba y ganaron tres de ellos. El zurdo anotó 15, 20, 13 y 22 en ese lapso, promediando cerca de 27 minutos de acción en cada uno de ellos. Durante ese mismo periodo, el delantero de 29  años se privó de ingerir alimentos o líquido desde antes del amanecer hasta justo después del anochecer.

“Me levanto a las cuatro de la mañana, como, voy al gimnasio, hago mi entrenamiento, regreso a la casa, descanso y luego voy a la práctica. El amanecer cambia dependiendo de donde estés. Trato de terminar la comida [desayuno] como a las 5:45 am”, explicó.

Hollis-Jefferson, quien también representó a Jordania en la pasada Copa Mundo de FIBA, apuntó además que lleva unos cinco años haciendo los ayunos corridos, pero que ha estado ayunando como parte del Ramadán desde que estaba en la escuela superior. Con el tiempo, el estelar jugador con seis temporadas en la NBA ha aprendido a administrarse en cancha cuando se encuentra bajo en combustible. 

“Yo hablo mucho, soy una persona muy pasional, pero trato de enfocarme en mi respiración y en mantenerme lo más calmado posible, dada las circunstancias”, dijo Hollis-Jefferson. “Cosas suceden, a veces piensas que fue una mala llamada de los árbitros o que algo salió mal y dejas salir las energías, pero en la mayor parte trato de controlar mi frecuencia cardiaca y que el oxígeno vaya a mi cerebro para poder enfocarme”

Hollis-Jefferson es la pieza principal en una renovada estructura de los Mets que busca regresar a la serie final bajo la dirección de José Juan Barea. Con las nuevas adquisiciones de Amida Brimah, Benito Santiago Jr. y los siempre consistentes Jaysean Paige y Gary Browne, Hollis-Jefferson dijo sentirse en la comodidad de responder al juego más que tratar de hacer demasiado. 

“Para mí se trata de ser consistente, [hacer] lo que sea que el equipo necesite”, afirmó Hollis-Jefferson. “Porque tenemos tipos que se pueden calentar, viste en el otro juego que EJ [Crawford] se calentó, en el otro Paige se encendió. A veces no necesitan que yo enceste 30 [puntos], necesitan 10 asistencias, 10 rebotes, 14 puntos y yo estoy bien con eso. Solo leo el juego, veo lo que me está brindando y siento que haré lo mejor según el juego me lo pida”.

Los fanáticos de los Mets, equipo que juega para 3-1 al momento, pueden esperar una posible mejoría en el rendimiento de Hollis-Jefferson a partir de sus próximos choques donde llegará mejor alimentado. Como explicó el jugador: “A veces no eres tú mismo cuando tienes hambre” y esas no son buenas noticias para el rival.